El perro es un animal social por naturaleza, por tanto debería ser perfectamente capaz de relacionarse de manera equilibrada y sana con otros perros.  Asimismo los dueños deberían proporcionar a sus canes suficientes y adecuadas posibilidades para que pudieran disfrutar de estas prácticas en grupo desde las primeras edades del cachorro.

Por lo general los perros saben como solucionar por si mismos las cuestiones de relación, sin embargo esto no significa que los dueños no tengan o deban intervenir en ocasiones para poner  orden con según que perros (especialmente en los primeros encuentros) para imponer la ley del más fuerte, al también una conformidad para ceder ante quien se termina imponiendo. No todos los perros existentes se pueden clasificar como dominantes o sumisos.

En medio queda una buena proporción de ejemplares confiados, seguros y firmes que pueden ser clasificados como perros “subdominantes”.

Los rituales que estos establece n cuando se juntan y juegan son siempre más suaves  y sutiles lo que propicia una actividad espontánea y “sana”.

 

Redactado por Luis Landeo