Tyson fue un precioso Bóxer albino, más que un perro fue como un amigo, aún recuerdo sus ronquidos, y porque no decir cuando tenía sus ataques de locura, reconozco que quizás no fue el mejor amo, para él, ya que por que era niño lo molestaba porque me gustaba oír sus ladridos, y a veces hasta sentía celos de él, ya que mis padres le daban más atención, claro fueron tonterías de niño, pero debo admitir que lo quería mucho.
Pasaron muchos años con Tyson y pase a ser un adolescente, y Tyson siempre se convirtió en un apoyo emocional para mí, claro Tyson a veces se ponía bastante renegón cuando iba a la cama de mis padres ya que tenía celos de mi papá, es mas podría decir que era el guardián del lado de la cama de mi papá y se ponía a veces muy cómico las situaciones, hasta cuando terminaba de comer venían sus ya clásicas flatulencias que hasta mi mamá huía, y como yo he siempre he sido adicto a la música Metal, y lector de libros de guerra, le decía a mi mamá: Tyson Attacks!!! Part 1
Pero como todo gran amigo Tyson tuvo que partir, pero ese proceso de partir le tomo mucho tiempo de largo sufrimiento, el valiente Tyson sufrió el ataque de una enfermedad llamada: Ehrlichia Canis (que es una enfermedad provocada por unos microorganismos denominados rickettsias y que suele transmitirse por medio de la picadura de una garrapata infectada. El microorganismo se reproduce dentro de las células sanguíneas, específicamente en los glóbulos rojos y las plaquetas. Por medio de la sangre va extendiéndose por los distintos órganos del perro produciendo inflamaciones en los mismos)., la cual se debió proceder con sumo cuidado, pero el irresponsable del médico que lo atendió, siendo este el médico veterinario de mayor prestigio en Piura, tomo a la ligera el caso y sobrepasando de la dosis adecuada perjudico a Tyson aumentando la enfermedad, Tyson resistió a la enfermedad como unos 3 meses, que lo fueron consumiendo de a pocos, hasta que un día, Tyson tuvo que partir, muriendo con dignidad, aunque en mi corazón Tyson no ha muerto pues sigue vivo.
Redactado por Luis Landeo
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