Todos los carnívoros actuales tienen por ancestro el miacis, una especie de gineta (animal similar a a un can y a un felino) arborícola de América del norte que vivió en el eoceno (hace unos 40 o 50 millones de años). La diferenciación de los cánidos primitivos comienza a partir de Oligoceno y tiene lugar fundamentalmente en América del Norte. Hace unos 35 millones de años, el Hesperocyon, un animal con un aspecto entre felino y canino, abandonó progresivamente la vida de un arborícola para cazar en el suelo. El Mesocyon, del tamaño de un coyote y aspecto robusto, tomó el relevo hacia finales del Oligoceno (hace 23 millones de años). Finalmente, aparecería Tomarctus, hace unos 10 o 15 millones de años. Con un cráneo más voluminoso, se le considera cuenta en la actualidad con 38 especies. El generó Canis está representado por el lobo, el chacal, el coyote y las formas domesticadas, el dingo de Australia y el perro.
Hoy en día, los científicos ya no albergan ninguna duda sobre el origen del perro. Desde el Chihuahua al dogo alemán, todos los perros descienden del lobo. En realidad, la especie canina no desciende de una sola y única raza de lobo domesticado en un lugar preciso del globo y en una época determinada.
Los Zoólogos suponen que las principales razas de perros se desarrollaron a partir de diferentes subespecies de lobo (lobo indio, lobo de oriente próximo, lobo europeo, lobo norteamericano, lobo chino…)
Redactado por Luis Landeo
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