Una leyenda sobre el Perro Viringo


El perro viringo en Perú

La existencia del perro viringo es aún un hecho desconocido. Pero cuenta la leyenda que un día el Dios Aiapaec,  aburrido de ver las almas de los mortales deambularan perdidas, pensó en una manera para que el hombre hallara el camino al mundo de los muertos,  y de las sombras tomó algo y de la arena del desierto del norte peruano formó un animalito, este animalito oscuro como las sombras del mundo de los muertos, y a veces con color arena y pelaje en punta recordando a las plantas del norte peruano, y endémico como un muerto, le dio el nombre de viringo. Al ver su creación el Dios Aiapaec,  le entregó al hombre Muchik un compañero en su vida diaria y que este le acompañara más allá de la muerte.

El viringo, fue un perro de adoración por los pueblos: mochicas, tallanes, vicus, y moche. Los cuales sacrificaban cada vez que un mochica fallecía, al fallecer el perro viringo conducía a su amo al camino del mundo de los fallecidos, y su alma descansara en Paz

En las huacas de Narihuala se han encontrado huacos de adoración al perro viringo, como tributo a la creación de Aiapaec, las cuales podremos apreciar en esta publicación.

Redactado por Luis Landeo